Dolors Quiles, Doquigi ( 1984 ) consigue expresar este mundo escurridizo con su mágica expresión de lo onírico. Su dibujo fluye, emana movimiento, volátil, sutil, etéreo. Su obra intimista, profunda y serena consigue atrapar el mensaje de un ser inefable. Su trazo plasma el amor y el dolor como uno solo, y se refleja en su interpretación de lo utópico con el gesto repetido de la maternidad, de la generosidad del dar. La naturaleza como símbolo elude a esta madre que nos une, nos protege. Su imaginario se lee des de la emoción, delimita en el papel un espacio singular y universal que se comunica con el sentir: ternura, amor, deseo, angustia, nostalgia, abismo, soledad; es así, des del sentir y su tiza etérea, que nos muestra también el valor de lo ideal, la unión de verdad, belleza y bondad en el anhelo de libertad, justicia y comunión.
Foto realitzada per Zirkui:
Doquigi + Zirkui = Artsotazero
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